CASTILLO DE LOARRE (2021)


Después de haber pasado una semana completa visitando Navarra, emprendíamos nuestra primera excursión matinal por la provincia aragonesa de Huesca, con la visita al Castillo de Loarre, que es el castillo románico mejor conservado de Europa, situado en pleno prepirineo aragonés a escasos 35 kms de la capital oscense.
En realidad no era la única excursión del día, ya que la excursión de mañana comprendía dos visitas imprescindibles, comenzando por el Castillo de Loarre para posteriormente desplazarnos a Riglos, para contemplar los míticos Mallos de Riglos.


A buena mañana ya desayunados en nuestro hotel Abba Huesca con el desayuno continental ya nos dirigiamos hacia Loarre en un recorrido de 30 minutos en coche, carretera por la que en los kilómetros finales ya se podía ver a lo lejos el magnífico castillo. En el desvío de la carretera hacia el monumento, hicimos una breve parada en una hípica cercana para hacer la primera panorámica del lugar, enclavado en la misma montaña

De allí ascendiendo por un buen asfalto se iba directamente al amplio parking habilitado en el propio Castillo, monumento histórico al que se accede rápidamente en cinco minutos, después de comprar la entrada general, y de no volver a perder la oportunida de realizar nuevas panorámicas desde una perspectiva más cercana.


En un breve descenso, nos encontramos ante nosotros con el imponente Castillo de Loarre, con un grado de conservación excelente aunque tenga más de diez siglos de historia con sus murallas rodeando todo el recinto histórico y sus torreones semicilíndricos de vigilancia.


Al interior del recinto amurallado del Castillo de Loarre se accede por la puerta oriental flanqueada por dos de sus torreones, y solo entrar te entra una sensación de teletransportación a la Edad Media gracias al paisaje que te encuentras ante ti


El propio castillo tiene una entrada con unas escaleras muy altas, que su motivación de antaño era la defensa del propio castillo dificultando el accesos a sus contrincantes.


Subidas las escaleras simplemente nos quedaba disfrutar de nuestra visita por libre, paseando por todo su conjunto histórico, y descubriendo lugares especiales como la Iglesia de San Pedro, la Puerta del Castillo Lombardo, la Torre de la Reina o la Torre del Homenaje, imaginando cómo fue la vida entre sus muros, trasladándonos a otra época gracias a su particular belleza


Al situarse en lo alto de un peñasco, el Castillo de Loarre nos ofrecía una particular singularidad, ya que a sus 1.070 metros de altura consigue una fantástica vista panorámica sobre la comarca de la Hoya de Huesca y además magnificas vistas a todo el recinto amurallado.


El cartel de castillo más bonito de España, realmente está bien colgado, ya que tanto por la localización como sobre todo por su conservación bien se lo merece. De Loarre, después de hacer varias compras en la tienda, nos quedaba la segunda excursión del día que era visitar los Mallos de Riglos

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