Después de desembarcar el MSC Opera, cogimos un taxi que nos llevara al Parking de las Mercedes en Getxo en donde habíamos dejado nuestro coche.
Emprendimos el camino dirección San Sebastián, a una hora de distancia
de Bilbao, ciudad que teníamos muchas ganas de visitar.
Aparcamos directamente en el Parking de la Concha, y a media mañana ya
teníamos delante nuestro la preciosa Playa de la Concha, que tantas veces
habíamos visto por televisión, con sus preciosas vistas al Monte Igueldo.
Más tarde fuimos dirección del casco histórico, donde nos sorprendió la vida
de esta localidad, llena de gente y con mucho ambiente.
El centro es precioso, y pasear por sus calles una delicia, y también nos acercamos a la Catedral de San Sebastián.
Ya habíamos buscado con anterioridad un restaurante llamado Gandarias,
en pleno centro histórico, donde Sara podría disfrutar comiendo pintxos para
celiacos de todo tipo. Y así fue, restaurante típico con toda la barra llena de
pintxos cual mejor, y nuestra sangría fresquita.
El centro es precioso, y pasear por sus calles una delicia, y también nos acercamos a la Catedral de San Sebastián.
De allí volvimos al paseo de la Concha donde Arnau disfrutó con el Carrusel que allí está instalado.
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