ALQUEZAR (2021)


Sin duda alguna, si había una excursión marcada en rojo en el calendario por la provincia de Huesca, era la de Alquézar y su recorrido por las Pasarelas del Vero, un lugar turístico y paisajístico excepcional dentro del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.

En el Somontano oscense a 48 kilómetros. de la ciudad de Huesca, se enclava la villa de Alquézar, encaramada a 660 mts de altitud sobre una de las sierras paralelas al Pirineo,  el pueblo se integra perfectamente en un impresionante paisaje modelado por el rio Vero.
Pero a parte de haber sido nombrado uno de los pueblos más bonitos de España, Alquézar posee una atracción turística que son las Pasarelas del Vero, una ruta de montaña donde encontraremos zonas de camino irregular y zonas de pasarelas situadas en un entorno idílico.

Desde el Camping Lago Barasona hasta Alquézar teníamos un recorrido de 45 minutos, pasando nuevamente como el día anterior por Barbastro.

Previamente habíamos reservado los ticket por la web  para evitar de quedarnos sin la visita, así que aparcamos los vehículos en los parking habilitados en las afueras de la villa, y nos dirigimos directamente a la Plaza Rafael Ayerbe, bajo la Colegiata, que es el lugar de inicio del sendero circular.

Antes de empezar la excursión nos dividimos el grupo, ya que para Sara en su estado era una excursión muy dura con muchas rampas y escaleras, y para las niñas eran muchos kilómetros, así que ellas tres se quedaron tranquilamente por Alquézar.

El primer tramo de la excursión es el descenso hasta el Río Vero a través del frondoso Barranco de la Fuente, bajada que es la parte más técnica del recorrido debido al desnivel constante y a que el suelo que encontraremos será irregular, incluso encontramos pasarelas de madera.
Finalizado el descenso, nos encontramos con el cauce tranquilo del Río Vero. Antes de comenzarlas primeras pasarelas aéreas que vimos a nuestra derecha, nos desviamos del recorrido para visitar la Cueva de Picamartillo, que es una especie de curiosa cueva creada por la erosión del agua. Fue el primer momento donde los dos niños pudieron comenzar a jugar con el agua y las piedras del alrededor.


Una vez visitada la cueva volvimos sobre nuestros pasos para comenzar el primer tramo de las pasarelas aéreas colgadas de los acantilados, que no son las más altas del recorrido pero ya impresionan por su gran belleza y localización


Volvimos a bajar de las pasarelas de nuevo al cauce tranquilo del Río Vero, pero escuchando de fondo el ruido del salto del agua del Azud.


De nuevo subimos a unas nuevas pasarelas áereas para poder contemplar y rodear el azud, una especie de cascada que llevaba a una poza profunda, seguimos por un camino de tierra e incluso nos metimos por entre medio de unas rocas que estaban en medio del camino formando una semi cueva.


A partir de aquí empieza el último trayecto de pasarelas, llamado Zonas Voladas, el tramo más espectacular de la excursión porque son una pasarelas a mucha altura del suelo, en las que fuimos controlando en todo momento a los niños y con destino final la plataforma Mirador del Río Vero, desde donde se puede ver una magnífica panorámica de las pasarelas, de los barrancos y todo ello con Alquézar presidiendo la vista al fondo.


El regreso a Alquézar lo hicimos a través de un camino de tierra muy empinado entre almendros, olivos y frondosos huertos, y con mucho calor y mucho cansancio acumulado después de la gran experiencia vivida. Nos reencontramos todo el grupo en el centro de la villa, hicimos varias fotos en los lugares más bucólicos del pueblo y comimos en uno de los lugares más emblemáticos de Alquezar.


Sin duda, la visita a Alquézar y sus pasarelas había cumplido con creces las expectativas creadas, pero en el mismo momento con la necesidad de volverlo a disfrutar con toda la familia al completo, porque solo el cincuenta por ciento lo había disfrutado en primera persona.

Publicar un comentario

0 Comentarios