AMSTERDAM (2013)

 

El barco paraba en Ijmuiden, una población a 45 minutos de Amsterdam, por ello reservamos con “Excursiones para cruceros” la excursión con visita panoràmica de la ciudad y tiempo libre posterior.
 

 

Empezamos con la visita panorámica en autobús para hacernos una primera idea de Amsterdam y para pasar por delante de los museos que no íbamos a poder visitar como el Museo Van Gogh o el Museo Rijks, o ver las colas kilométricas delante de la famosa Casa de Anna Frank.

El camino a pie con el guía empezó por el Mercado de las Flores, 400 metros de tiendas al lado de canal con productos florales, donde pudimos comprar chubasqueros porque el tiempo no acompañaba con pequeñas lluvias.

Nos dirigimos hacia  Begijnhof que es un antiguo convento de monjas, que se caracteriza por su tranquilidad y poco ruido aunque esté justo en el centro de la ciudad.

Mejorado el tiempo fuimos al Amsterdam Museum, donde había una estatua de David y Goliat, pero realmente lo que más nos gustó fue unas letras en grande de Amsterdam donde pudimos hacer unas fotos muy chulas

Y de aquí hacia la Plaza Dam, plaza principal de Amsterdam donde está el Palacio Real, y una calle más alla visita obligada al famoso Barrio Rojo con sus especiales escaparates. Un consejo: no se pueden hacer fotos, los desconocíamos y la verdad que se cabrean muchísimo.
Para nosotros el Barrio Rojo fue un impacto porque no es lo mismo que te lo cuenten a verlo in situ, y el impacto entre escaparates, olores diversos, muchísimas bicicletas y los preciosos canales y puentes que rodean la ciudad es una mezcla muy extraña.

En nuestro tiempo libre, aunque teníamos pensado hacer un viaje en barco por los canales, cambiamos de idea y decidimos realizar el mismo camino que habíamos realizado con el guía pero de forma más lenta para disfrutarlo de nuevo todo y poder hacer más fotos increibles con vistas a los canales

Sin duda, nos dejamos muchas cosas por hacer en Amsterdam y seguro que en el futuro volveremos sin ninguna duda a pasar unos días.