SEGOVIA (2015)


Acabada la visita a El Escorial, era ya casi mediodía, nos fuimos para Segovia con la idea de visitar la ciudad, el Acueducto y probar su famoso cochinillo.

Para nosotros era la primera vez que pisábamos tierra de Castilla León, una nueva comunidad autónoma para nuestra colección de lugares para recordar


Mapa de Madrid a Segovia
 
Aparcamos casi a los pies del acueducto, un impresionante monumento romano, Patrimonio de la Humanidad, que es el símbolo de Segovia. Nosotros estamos acostumbrados a edificaciones romanas al vivir en Tarragona, pero la verdad es que es una obra increíble de una gran magnitud que nos ofreció la posibilidad de hacer unas fotos chulísimas para el recuerdo.


Como ya era hora de comer buscamos un buen lugar para probar su famoso cochinillo y sus judiones, y elegimos uno muy elegante uno situado en la calle principal muy cercano al acueducto. La verdad es que comimos muy bien pero como no soy mucho de cochinillo no me pareció gran cosa, no por culpa del restaurante sino por mis preferencias.

Ya con la barriga llena, los enanos descansados y un sol que parecía veraniego, nos pusimos en marcha para ver la ciudad vieja desde una calle que subía desde la Plaza del Azoguejo hacia la zona amurallada.

Las calles tenían muchísimo encanto con comercios con productos típicos de la zona y por otro lado las tiendas de ropa modernas, pero nuestro destino era la Plaza Mayor y la Catedral de Santa María, centro neurálgico de la bonita Segovia.


El día se estaba haciendo muy largo pero queríamos llegar a uno de los lugares más emblemáticos que era el Alcázar de Segovia, sin no antes no hacer una parada en uno de los múltiples parques infantiles para descansar las piernas y que los niños se lo pasaran bien.


Llegamos al Alcázar pero solo pudimos verlo exteriormente ya que al ser domingo por la tarde llegamos fuera de horario para hacer la visita. Seguro que por dentro es precioso, ya que por fuera parecía impresionante.


Lo que más nos sorprendió el grandísimo acantilado para poder acceder al recinto que daba bastante vértigo.

Acabada la visita exterior, volvimos tras nuestros pasos para ir a buscar los coches y volver hacia Madrid, después de haber visitado una de las ciudades más particulares de España.

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