TALLIN (2015)

Después del primer día de navegación y de reponer fuerzas para todo el crucero después de casi 6 días sin parar, la siguiente parada era en la capital de Estonia, la ciudad de Tallin, una de las principales sorpresas positivas del viaje ya que parece una ciudad salida de un cuento de hadas.

 

Mapa de Tallin (Estonia)

Como el barco atraca apenas a unos cientos de metros de la ciudad, decidimos de ir a pie hasta la entrada de la ciudad, en un recorrido poco turístico pero que si levantas la cabeza al frente ya te puedes comenzar a imaginar lo que te puedes encontrar.

 

Llegamos directamente a la puerta flanqueda por la torre de Margarita la Gorda, puerta de entrada a la ciudad desde el mar, y que te hace entrar directamente en la ciudad vieja a través de una calle empedrada llamada Pikk, que fue lo peor de la visita al llevar el carrito.



Torre de Margarita la Gorda

 

La calle Pikk es la calle más larga de la ciudad amurallada, y nuestro primera idea era subir a la colina de Toompea para visitar la Catedral Alexander Nevsky para así poder verla a primera hora con el menor numero de turistas. Así que no se como lo hicimos para a través de unas escaleras llegamos a la parte de atrás de la Catedral, pero empezó a caer un poco de lluvia e hicimos un alto en el camino en una cafetería cercana.

Callejeando por Tallin

 

Despejada la breve lluvia, directamente hacia la preciosa catedral ortodoxa, donde se puede ver el pasado muy reciente ruso de Estonia. Es realmente una maravilla y con unas cúpulas preciosas, aunque lástima que una de ellas estuviera en plena reforma, porque la foto no quedaba tan bonita.
 

Catedral Alexander Nevsky

Seguimos visitando la colina en dirección a la Iglesia de Santa María la Virgen, con tonos blancos y negros, pero lo que realmente nos gustó de la parte alta fueron sus tiendas de souvenirs exquisitos, y por encima de todo los miradores de Tallin con unas vistas imprescindibles de la ciudad, tanto de la ciudad vieja, como de la ciudad nueva e incluso del Puerto.
 

Miradores de Tallin

Comenzamos el descenso por la parte de atrás de la Catedral Alexander Nevsky en dirección a la zona amurallada, a través de unos caminos de tierra que nos acercaba al Kiek in the KoK una gran torre, y desde donde pudimos disfrutar de una nueva perspectiva preciosa de la magnífica catedral.

Seguimos descendiendo a través de una escalinata repleta de banderas de Estonia, pasando por una plaza llena de juegos medievales para los pequeños hasta llegar a Vanalinn, la Plaza del Ayuntamiento, con un mercado artesanal que te hacía retrasar varios siglos.

Nos estuvimos bastante rato recorriendo las diferentes paradas artesanales, e hicimos una breve pausa en Olde Hansa una cafetería muy especial al estilo medieval, donde en su terraza hacían todo tipo de escenificaciones.

Nuestro descubrimiento de Tallinn nos llevó directamente hacia la Puerta Piru, que sería la entrada principal de la ciudad antigua, con sus dos pintorescas torres de bienvenida a la ciudad amurallada.

Sin salir de la ciudad vieja bordeamos las murallas para buscar la calle Katarina Kaik menos transitada pero no menos bonita, y decidimos volver hacia el barco pasado por la Iglesia de Sant Olaf y saliendo de nuevo por la puerta de Margarita la Gorda, para volver al barco ya que nos veían dos días seguidos en San Petersburgo con muchas excursiones y visitas

Tallinn, sin duda, fue una gran sorpresa por su belleza turística y por su historia que se transmite en cualquier rincón de sus calles.

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