KIEL (2015)


Nuestra primera parada del crucero era en Alemania, en un puerto tan importante como el de Kiel, conocido mundialmente por el canal que conecta el Mar Báltico con el Mar del Norte.
 
Era una parada larga para aprovechar bastante, pero los planes se torcieron ya que Arnau no estaba del todo recuperado y además el día se despertó muy nublado. Así que la visita a la ciudad de Lubeck que estaba planificada, la sustituimos por un tranquilo paseo por Kiel.
 
 

De este modo, desayunamos tranquilos y bajamos a descubrir Kiel.
Solo bajar nos calló un chaparrón grandísimo, y nos quedamos resguardados en la terminal de cruceros y cuando vimos que la cosa amainaba comenzamos nuestro camino.
 
Nuestro primer lugar, nuestra primera calle fue la acogedora Danische Strabe, calle peatonal que nos daba la bienvenida a la ciudad, y donde nos hicimos una curiosa foto con un hombrecillo azul con un perro negro


Nos encontrábamos ya en una zona llamada Altstadt, la ciudad antigua de Kiel, donde nos topamos directamente con la Iglesia de San Nicolás de ladrillo rojo con un gran campanario.
 
 
Justo desde la Iglesia empezaba una gran arteria comercial peatonal llamada Holstenstrabe, con un gran ambiente y repleto de tiendas y bares a un lado y a otro de la calle.
Nos hizo mucha gracia los puestos ambulantes de Bratswurts y Frankfurts que habían.
 

Al final de la calle comercial, a la derecha llegamos a EuropaPlatz, una preciosa plaza con una especie de fuente muy moderna.
 
En EuropaPlatz nos llamaron la atención tres cosas:
La primera que allí estaba el Arena Kiel, pabellón del equipo de balonmano de la ciudad.
La segunda es que justo en la esquina de la plaza había un restaurante español
Y lo tercero es la decoración de sus cafeterías con la especie de carro que existen en las playas de Alemania con sus diferentes coloridos.


Ya finalizada completamente la calle comercial, después de haber realizado algunas compras y viendo que se acercaba la hora de comer y Arnau estaba haciendo mucho esfuerzo decidimos volver hacia el barco, sin visitar la Plaza del Ayuntamiento ni el Parque Hiroshima ya que nos apartábamos mucho.

Lo que si que hicimos, ya que nos cogía de camino, fue parar en Kieler Brauerie. Es un típico bar alemán con toda sus salas llena de bancos de madera donde perfectamente te puedes imaginar cada noche una Oktoferfest allí, pero nosotros aprovechamos para hacer un café, muy malo por cierto, porque supongo que lo bueno es la cerveza, pero como no somos cerveceros...
 
Realizada la breve parada, decidimos volver a través del puerto marítimo de Kiel, y así pudimos disfrutar de las primeras panorámicas de nuestro Eurodam.
 

Primera excursión finalizada por una ciudad bastante normal, pero la zona tendremos que visitarla de nuevo ya que nos quedamos con las ganas de ir a Lubeck o Schwerin.
 
 
Tallin
 

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