CONGOST DE MONT-REBEI (2020)


Para completar nuestro recorrido combinado entre la Vall d´Arán y la Vall de Boi, el día de vuelta a casa planeamos como guinda del pastel del viaje hacer un paseo en catamarán por la joya natural del Congost de Mont-Rebei, un desfiladero situado en la Sierra del Montsec formado por el río Noguera Ribagorçana y que provoca la frontera natural entre Lleida y Huesca.

Reservamos con la empresa MontRebei Explora una excursión en catamarán para descubrir desde la población de Corçà, situada a dos horas en coche desde la Vall de Boi, el magnifico desfiladero del Congost de Mont-Rebei directamente desde el agua en un trayecto de ida y vuelta de aproximadamente hora y media.


A la hora acordada en el Embarque de Corçà (Catalunya) nos tenían preparada una lancha motora con asientos individuales en dos filas paralelas para acercarnos al otro extremo del río, donde nos esperaba en el Embarque de Montfalcó (Aragón), nuestro catamarán distribuido con cuatro asientos individuales y un gran sofá central para cinco personas más, además del guía y patrón de la embarcación

El recorrido comenzaba en dirección norte en la parte más ancha del río, navegando plácidamente por las aguas turquesas del rio Noguera Ribagorçana, acompañados de multitud de kayaks que hacían el mismo trayecto que nosotros pero con un poco más de esfuerzo, y escuchando las precisas explicaciones de nuestro guía.

En este primer tramo tuvimos las dos primeras sorpresas. La primera en el extremo izquierdo de Aragón con las imponentes pasarelas verticales de Montfalcó situadas como si estuvieran colgadas en la pared en un continuo zigzag, y la segunda con el puente colgante rojo sobre el Congost del Seguer que une Huesca y Lleida siendo el único lugar donde se puede cruzar.

Pasado el puente colgante es donde el Congost de MontRebei se hace majestuoso con paredes verticales de 500 metros de altura y en algunos puntos una distancia entre extremo y extremo de apenas veinte metros, siendo el resultado de un trabajo incesante de la fuerza natural del agua a lo largo de siglos consiguiendo atravesar lugares imposibles, creando así un desfiladero único en Catalunya.

Otra gran sorpresa esta vez en el extremo catalán es el camino tallado dentro de la roca, un camino no apto para aquellos que tengan vértigo porque debajo de los pies hay un enorme vacío.

En una zona donde en ensanchaba bastante el río, y con el Castell dels Moros de fondo, dimos media vuelta para volver al punto inicial, teniendo de esta formas las vistas del Congost a la inversa.

Un gran acierto visitar el Congost de Mont-Rebei como gran colofón final del viaje, pero con la sensación y la necesidad de volver en un futuro para hacer un combinado de kayak más senderismos por el camino tallado en la roca y por las pasarelas verticales de Montfalcó.

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