Con lo amantes que somos de los cruceros y llevábamos más de cuatro años sin hacer ninguno, con el reciente auge del Puerto de Tarragona como puerto de embarque de salida y llegada de cruceros, no podíamos pasar la posibilidad de embarcarnos y decidimos buscar opciones para ir el verano del 2019.
Y esa gran posibilidad nos la ofreció Costa Cruceros con el barco Costa Neoriviera a través de un recorrido por el Mar Mediterráneo muy diferente al habitual con doce días de travesía y nueve escalas, visitando tres países diferentes con un total de seis islas, y solo repitiendo Nápoles y Palma de Mallorca de las escalas realizadas en nuestros dos cruceros anteriores por el Mediterráneo, convirtiéndose de esta forma en nuestro séptimo crucero marítimo, el cuarto crucero de Arnau y el primero para Nora.
Así que ya en Navidad reservamos para el mes de Julio dos camarotes interiores garantizados cuadruples con nuestros amigos y sus hijos pequeños, a través de la agencia Goldium Cruceros en régimen de todo incluido de bebidas.
Otras motivaciones además de salir al lado de casa, era que el Costa Neoriviera al ser un barco de pequeñas dimensiones en comparación a otros cruceros, nos podía ofrecer un recorrido original sin pasar por los típicos puertos del mediterráneo, atracando en puertos más pequeños y con unos horarios de parada muchos más alargado, incluso en algunos hasta la medianoche, aprovechando así al máximo las diferentes visitas.
El crucero atracaba en 3 puertos españoles además del de Tarragona, en dos franceses y en cuatro italianos, sumando un total de 9 excursiones y entre ellas visitando seis islas del Mar Mediterráneo, alguna de ellas que no conocíamos hasta la fecha como la Isla de Elba.
El tiempo de espera entre la reserva pasó muy lentamente, haciendo una escapadita intermedia en Marzo a Disneyland Paris y otra en Semana Santa Peñíscola, pero llegado el verano los doce días a bordo pasaron a una velocidad rapidísima.
La comodidad del día del embarque es impagable por todas las facilidades, pudiéndonos acercar nuestros propios familiares a realizar el check in, y despedirnos de ellos subiendo al shuttle bus que nos llevaría a través de la carretera del Faro de Tarragona en apenas tres kilómetros a nuestra casa flotante durante casi dos semanas.
La primera gran sorpresa fue que nuestra reservas de dos camarotes interiores garantizados, se habían transformado en dos camarotes exteriores con ventana situados a la misma altura uno de la planta séptima y otro de la octava planta.
Otra sorpresa es que embarcamos el 13 de Julio. día que Arnau cumplía sus 8 años, y nos encontramos toda la habitación con globos y con un letrero de Feliz Cumpleaños colgado de la ventana. Todo un detalle por parte de Costa Cruceros, pero en parte ya estaban medio avisados porque habíamos contratado previamente un pastel de cumpleaños para la primera noche a bordo coincidiendo con la cena de segundo turno.
Respecto a los camarotes cuadruples exterior con ventana eran bastante amplios con una cama de matrimonio y dos literas superiores a ambos lados, con su escritorio, televisión de pantalla plana y con su lavabo de medida standard, con la suerte de estar situados ambos cerca de los ascensores centrales.
En el tema de la gastronomía comimos y cenamos siempre a la carta en una mesa preparada para los ocho, y en doce días hubo variedad de menus con excelente calidad como es normal en barcos italianos. Añadir la suerte de tener de uno de los camareros más simpáticos de la tripulación con un servicio excelente
El gran acierto y el gran ahorro ya que si contamos los amortizamos plenamente, fue contratar el todo incluido de bebidas, ya que disponíamos de consumiciones ilimitadas tanto dentro del restaurante como en los diferentes bares del crucero. De esta forma pudimos probar los diferentes cocteles que nos ofrecía la carta de bebidas, y tomarnos todos los cafes que quisiéramos a casi todas las horas del día.
Respecto a la animación a bordo muy similar a los anteriores cruceros, destacando como siempre los diferentes espectaculos nocturnos en el magnífico Teatro Ravello y en especial la noche donde se transformó en el espectáculo televisivo de La Voz donde pudimos votar por el mejor cantante del crucero.
También ciertas noches existían las noches tematizadas como la noche blanca, la noche de vestimenta de los colores de la bandera italiana, la noche de vestimenta roja o como no la noche del capitán, noches que acabamos siempre sentados en un bar escuchando música en directo, probando la variedad de la carta de cocteles y jugando unas partiditas a las cartas que nos tuvo enganchados los doce días de viaje.
Si hablamos de instalaciones y en concreto de las piscinas, habían dos piscinas exteriores. Una era rectangular, más bien pequeña para el baño y de forma contigua una más para relajación con diferentes jacuzzis.
La mejor tarde en las piscinas fue la última tarde, ya que decidimos bañarnos a muy última hora de la tarde y conseguimos tener las dos piscinas únicamente para nosotros ocho mientras la tripulación iba recogiendo todas las hamacas, y el resto de la gente se preparaba en los camarotes para la cena.
Para finalizar el apartado dedicado a los niños. La verdad que no quisieron utilizar el miniclub, pero no pararon de disfrutar durante todo el crucero, ya que el barco tiene una piscina dedicada para los más pequeños y concretamente tematizado en el mundo de Peppa Pig, piscina donde pasamos todas las tardes después de llegar cansados de las diferentes excursiones
Justo al lado de la piscina también había un parque infantil con diferentes casitas, toboganes,.. donde sobre todo las niñas estuvieron jugando muchísimas horas.
¿Y por qué la piscina infantil estaba tematizada en el mundo de Peppa Pig? Pues porque el crucero Costa Neoriviera está dedicado a Peppa Pig, y hasta en tres ocasiones los niños pudieron interactuar con Peppa jugando a juegos, bailando o cantando.
Incluso uno de los momentos más especiales es cuando se hizo la actividad al estilo Port Aventura de las burbujas de jabón pudiendo entrar los niños y los no tan niños dentro de una burbuja gigante, con la compañía de Peppa.
En definitiva, llevamos ya siete cruceros realizados y cada uno ha tenido sus recuerdos especiales, pero el Costa Neoriviera a pesar de ser un barco más pequeños y un pelín más antiguo que el resto, no tiene nada que envidiar a los demás, ya que le ponemos una nota altísima tanto por su recorrido, por sus instalaciones, por su animación y por lo bien que nos lo pasamos todos gracias a la mejor de las compañías, tener los amigos cerca que será el gran recuerdo de este viaje.
Respecto a la animación a bordo muy similar a los anteriores cruceros, destacando como siempre los diferentes espectaculos nocturnos en el magnífico Teatro Ravello y en especial la noche donde se transformó en el espectáculo televisivo de La Voz donde pudimos votar por el mejor cantante del crucero.
También ciertas noches existían las noches tematizadas como la noche blanca, la noche de vestimenta de los colores de la bandera italiana, la noche de vestimenta roja o como no la noche del capitán, noches que acabamos siempre sentados en un bar escuchando música en directo, probando la variedad de la carta de cocteles y jugando unas partiditas a las cartas que nos tuvo enganchados los doce días de viaje.
Si hablamos de instalaciones y en concreto de las piscinas, habían dos piscinas exteriores. Una era rectangular, más bien pequeña para el baño y de forma contigua una más para relajación con diferentes jacuzzis.
La mejor tarde en las piscinas fue la última tarde, ya que decidimos bañarnos a muy última hora de la tarde y conseguimos tener las dos piscinas únicamente para nosotros ocho mientras la tripulación iba recogiendo todas las hamacas, y el resto de la gente se preparaba en los camarotes para la cena.
Para finalizar el apartado dedicado a los niños. La verdad que no quisieron utilizar el miniclub, pero no pararon de disfrutar durante todo el crucero, ya que el barco tiene una piscina dedicada para los más pequeños y concretamente tematizado en el mundo de Peppa Pig, piscina donde pasamos todas las tardes después de llegar cansados de las diferentes excursiones
Justo al lado de la piscina también había un parque infantil con diferentes casitas, toboganes,.. donde sobre todo las niñas estuvieron jugando muchísimas horas.
¿Y por qué la piscina infantil estaba tematizada en el mundo de Peppa Pig? Pues porque el crucero Costa Neoriviera está dedicado a Peppa Pig, y hasta en tres ocasiones los niños pudieron interactuar con Peppa jugando a juegos, bailando o cantando.
Incluso uno de los momentos más especiales es cuando se hizo la actividad al estilo Port Aventura de las burbujas de jabón pudiendo entrar los niños y los no tan niños dentro de una burbuja gigante, con la compañía de Peppa.
En definitiva, llevamos ya siete cruceros realizados y cada uno ha tenido sus recuerdos especiales, pero el Costa Neoriviera a pesar de ser un barco más pequeños y un pelín más antiguo que el resto, no tiene nada que envidiar a los demás, ya que le ponemos una nota altísima tanto por su recorrido, por sus instalaciones, por su animación y por lo bien que nos lo pasamos todos gracias a la mejor de las compañías, tener los amigos cerca que será el gran recuerdo de este viaje.
Familia Tokers.
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