SAVONA (2019)


En apenas un año, tercera visita consecutiva a la ciudad italiana de Savona en nuestra penúltima excursión del viaje, pero en esta visita teníamos la intención de conocerla turísticamente, ya que solo conocimos la zona del puerto.
 
En nuestras dos anteriores visitas en el verano pasado de 2018, Savona se convirtió únicamente en el punto de inicio y punto final de nuestro periplo por el norte de Italia, ya que la travesía de Grimaldi Lines era Barcelona-Savona.



Savona se ha convertido en el puerto base de Costa Cruceros en Italia, y es por ello que tiene creadas allí unas infraestructuras modernas en el denominado Palacrociere, creada como gran terminal de cruceros.

Sobre la excursión a realizar, barajamos varias opciones como ir a Génova, Portofino o Cinqueterre pero lo descartamos por la dificultad de hacerlo por libre, eligiendo descubrir los rincones de Savona

Solo bajar del barco nos encontramos con el tren turístico pero como era muy pronto nos dijeron que no saldría hasta que no se llenara, así que lo dejamos para más tarde, cruzamos el puente elevadizo que une el puerto con la ciudad y nos dirigimos caminando a visitar la Fortaleza Priamar, situada a escasos cinco minutos.
 

Priamar fue creada por los genoveses hace cinco siglos, y es uno de los símbolos de Savona junto la Torre Leon Pancaldo. Imponente en su fachada exterior, con unos jardines verdes muy bien conservados, se accede a través de una rampa con la sorpresa que la entrada es totalmente gratuita.

El interior está menos conservado que su aspecto exterior pero merece la pena entrar por las vistas impresionantes que ofrece de la ciudad italiana, y por algunas estancias que te hacen llevar al pasado.
A los niños les encantó un mirador lleno de cañones y nos pasamos un buen rato allí entre foto y foto.
 

Visitada la fortaleza, tocaba visitar el pequeño centro histórico de Savona, y nuestra andadura comenzó por la Via Pietro Paleocapa con inicio en la Torre León Pancaldo, con pórticos a ambos lados de la calle.


Giramos hacia la izquierda ya que nos adentrabamos en una calle peatonal comercial que callejeando un poco nos dejaba a las puertas de la Catedral de Savona.
Con un exterior poco llamativo, guarda un hermoso interior que nos dejó totalmente sorprendidos sobre todo por su fabulosa cúpula, y además totalmente gratuita de visitar.
 
 
Junto a la Catedral está la Capilla Sixtina, que se llama igual que la de Roma porque fue mandada construir por el mismo papa, Sixto IV. La visita es por el módico precio de 2 euros, simplemente espectacular poder estar en la Capilla, pero estaba prohibido hacer ninguna foto en su interior así que me tuve que conformar con el cartel en el exterior de la Capilla.
 

De allí directamente a hacer la actividad que los niños nos llevaban pidiendo todo el día que era coger el trenecito turístico, así que volvimos a la zona del puerto, lugar donde comenzaba el trayecto.
El recorrido era un poco insólito, porque lo normal es que recorra el centro histórico de la ciudad, pero el tren turístico de Savona es un trayecto por carretera hasta la vecina Albisola Marina, la ciudad de la cerámica italiana, pero como los niños no quisieron bajar del tren, hicimos el trayecto de ida y vuelta de forma seguida.
 

Nos bajamos directamente en el puerto, así que teníamos a dos pasos el crucero, dando por terminada nuestra excursión de mañana por Savona


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