La distancia entre Chambretaud y Vendrennes es de veinte kilĂłmetros aproximadamente, pasando a medio camino por la ciudad mĂĄs grande de Les Herbiers.
Llegamos a Vendrennes aproximadamente a las seis de la tarde, y el Laberinto cerraba a las ocho de la tarde, asĂ que tenĂamos dos horas de reloj para conseguir llegar a la meta del Laberinto.
Nos entregaron un mapa con varios puntos a localizar dividido en las cuatro estaciones, un bolĂgrafo para apuntar resultados y una regadera gigante que luego entendimos que era para llenarla de agua y ayudarles por el camino a cuidar la plantaciĂłn, y ciertas flores y frutas que te encuentras. En el inicio del recorrido hay un lago precioso que tuvimos que rodear hasta llegar al punto de entrada del laberinto.
La verdad que la plantaciĂłn de maĂz estaba muy alta y no tenĂas opciĂłn a ver el camino por encima, asĂ que tuvimos que coger el mapa y seguirlo detenidamente porque si no era muy fĂĄcil perderse.
El mapa estaba dividido en las cuatro estaciones, y en cada estaciĂłn la plantaciĂłn estaba realizada de formas geomĂ©tricas diferentes. Es decir, en verano estaban los caminos en cuadrado, en otoño estaba en cĂrculos o en invierno en triĂĄngulos. La verdad que muy trabajado, cosa que resultaba que el laberinto fuera muy original.
AdemĂĄs en cada estaciĂłn existĂan en el mapa unos puntos estratĂ©gicos que habĂa que encontrar, en los que tenĂamos que pasar varias pruebas diferentes y apuntar el resultado en el papel que nos habĂan entregado al inicio. Nosotros como estaba todo en francĂ©s nos costĂł mĂĄs de lo normal algunas de las pruebas, y muchas veces nos ayudaban algunas de las familias que realizaban el recorrido del laberinto.
El resultado final de las pruebas te llevaba a una puerta que habĂa que abrir con la combinaciĂłn de respuestas de las pruebas, y menos mal que estaba allĂ el organizador que nos ayudĂł a salir del laberinto, porque nunca habrĂamos acertado la combinaciĂłn.
En la zona de bar junto al lago les entregaron las chapas de exploradores por finalizar el recorrido del laberinto, y ademås de las mesas para descansar nos encontramos unos sorprendentes juegos tradicionales de madera, donde los niños estuvieron jugando sin parar hasta que ya era la hora de cerrar.
Un acierto total de actividad en familia en donde todos estuvimos implicados en buscar las respuestas y de no perdernos por el laberinto realizado con la bonita plantaciĂłn de maĂz, mientras disfrutĂĄbamos de una divertida tarde de verano.
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