SUR DE MENORCA: BINIBEQUER, MAHÓN Y COVES D'EN XOROI (2014)


El tercer día en la isla lo planificamos sin visita a ninguna playa ya que sería el días mas turístico, yendo en coche hasta la otra punta de la isla para visitar Binibequer, Mahón y les Coves den Xoroi.
 
Mapa de Cala en Bosc, Islas Baleares a Mahón, Islas Baleares
 
BINIBEQUER
 
Nuestro primer destino en dirección sur era Binibequer Vell situado a 10 kilometros de Mahón.
 
Es un pequeño pueblo marinero precioso con muchísimo encanto. Sus calles estrechas y sus casas blancas (que parecen sacadas de una postal) forman un pequeño laberinto de callejones y escaleras.


La verdad es que está muy cuidado y es una visita muy agradable y tranquila, donde pudimos realizar multitud de fotos bonitas y curiosas.

 



Nos recordó en cierta medida y salvando las diferencias, a la isla griega de Mykonos con sus calles blancas y empedradas.
 
 
 
MAHÓN
 
Encantados con la visita de Binibequer, nos dirigimos más al sur hacia Mahón  la capital de Menorca.
 
Aparcamos el coche en el Puerto Deportivo de Mahón porque allí previamente habíamos buscado un restaurante italiano llamado Pizzería Casanova donde ofrecían comida apta para celiacos.
Después de degustar muy rica pasta y pizza italiana y sopesar si cogíamos un barco para navegar por la ría de Mahón y visitar una Fortaleza, pero al final decidimos visitar el centro de la población a través de una escalinata muy cercana al restaurante, con la que nos plantamos en la calle comercial de Mahón en un instante.


 
Disfrutamos de un agradable paseo por la zona peatonal con muchísimo ambiente y repleto de comercios, donde aprovechamos para comprar regalos y algún pequeño recuerdo.
 




Visitamos la bonita Plaza de la Constitución donde se sitúa el Ayuntamiento de Mahón y la Iglesia de Santa María
  
COVES D´EN XOROI
 

Recogimos el coche en el puerto de Mahón para dirigirnos hacia les Coves d´en Xoroi, un espacio natural situado sobre un acantilado donde tenemos un gran balcón al Mar Mediterráneo, donde antaño se explica que se vivió una gran historia de amor en las cuevas.

Después de pagar la entrada con la que nos entraba una consumición,  nos adentramos hacia unas escaleras que rodean el acantilado hasta llegar a las grutas llena de rincones por descubrir.



Hay varios bares estilo chill out dispersados por las cuevas con un mobiliario muy moderno y una iluminación donde predominan los colores morados.



Como era de día la afluencia no era demasiada elevada, ya que hay más ambiente por la noche al convertirse en discoteca, pudimos disfrutar con tranquilidad todas las cuevas, hacer muchas fotos y disfrutar de las vistas increíbles que nos ofrecían los diferentes miradores.
 

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