Este día lo teníamos guardado para disfrutar del hotel después de 3 días muy intensos de excursiones, pero los compañeros de viaje del día anterior en Chichen Itza nos recomendaron ir a la Playa de Akumal ya que se puede nadar con tortugas marinas.
Como estaba relativamente cercana al hotel cogimos de nuevo una Van y en menos de veinte minutos ya estábamos en Akumal y en su playa paradisiaca.
Alquilamos el equipo de Snorkel allí mismo en la playa y todo fue inolvidable. Fue una de las mejores experiencias de nuestras vidas ya que solo necesitas unas gafas, un tubo y saber nadar.
Empiezas a nadar y a unos 30 metros de la orilla y a tan solo dos metros de profundidad ya empiezas a ver este espectáculo de la naturaleza, que es nadar con tortugas marinas a escasos metros de ellas.
Ya nos avisaron que hay que tener cuidado de no acercarte demasiado y dejarlas tranquilas en el momento que suben a la superfície para respirar.
Hubo un momento en especial y que quedará en nuestras retinas que viendo varias tortugas a la vez, apareció de repente un pez raya.
Encantados por todo lo que habíamos vivido, decidimos volver a nuestro hotel caminando por la costa caribeña y viendo a la vez casas increíbles bañadas por el mar e incluso una cala muy pequeña repleta de huevos de tortuga marina donde se suponían que iban a desovar.
Había sido una mañana increíble, inolvidable y que por mucho que se explique hay que vivirla en primera persona porque es impresionante lo que se siente.
Familia Tokers.
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