Esta estancia en Madrid de dos días venía motivada porque nuestro avión hacia Egipto salía en vuelo directo hacia El Cairo desde el Aeropuerto de Barajas, y decidimos avanzar nuestro viaje dos días antes para disfrutar de la capital.
Como el desplazamiento lo hicimos en Ave con un trayecto de dos horas, decidimos reservar en un un hotel muy céntrico, el Tryp Washington de la cadena Melià, muy bien situado en plena Gran Vía, casi tocando con Plaza de España y con una parada de metro justo al lado.
La primera noche la dedicamos a pasear por la zona cercana al hotel, es decir por Callao, Puerta del Sol y por la zona de la Plaza Mayor para así disfrutar de una buena típica cena madrileña en una terraza repleta de gente.
Para el día siguiente habíamos contratado una excursión autobús en una agencia muy cercana al hotel para visitar en las afueras de la ciudad al Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial y el Valle de los Caídos.
Subimos al autobús en dirección a la localidad de San Lorenzo del Escorial a visitar su famoso Monasterio, llegando a toparnos finalmente de cara con gran bello edificio con una plaza de entrada inmensa. Es un lugar donde descansa gran parte de la historia española.
Pasear por sus grandes salas llenas de cuadros preciosos, su Basílica y sus jardines hace que sea una visita especial, pero lo que más nos impactó fue el Panteón de los Reyes, un lugar místico y especial donde los haya.
De allí dirección al polémico Valle de los Caidos, por llamarlo de algun modo sin entrar en juicios políticos, situado en lo alto de la Sierra madrileña, que forma parte de nuestra historia reciente.
Dejando las ideas a un lado, la obra es espectacular dentro de la naturaleza, encontrándote primero con la altísima cruz que se ve desde cualquier punto de la montaña.
Ya en el interior se pueden visitar a través de un pasillo enorme con poca luz, las tumbas de Franco y de Primo de Rivera dentro de la nave central.
Por la tarde noche habíamos comprado unas entradas para disfrutar de la obra "El Mercader de Venecia" que se representaba en el Teatro Infanta Isabel, un coqueto y elegando teatro situado muy cerca del Congreso de los Diputados.
Al finalizar la obra que nos gustó mucho, después de picar algo en las inmediaciones del teatro mesa con mesa con los actores, volvimos al hotel atravesando toda la Gran Vía iluminada con un ambiente nocturno espectacular.
Nos teniamos que ir a dormir pronto porque al día siguiente comenzaba nuestra aventura por Egipto
Familia Tokers.
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