El objetivo de la excursión matinal a Platja d´Aro no era conocer la población costera, sino uno de los imprescindibles turísticos que es hacer alguno de los tramos del impresionante Camí de Ronda que recorre la Costa Brava, dejándonos paisajes e instantáneas difícilmente superables, y en nuestro caso decidimos recorrer el tramo que une Platja d´Aro con Sant Antoni de Calonge.
Se trata de un recorrido bien señalizado de algo más de ocho kilómetros que transcurre en un paraje natural único en el que paseamos por caminos de tierra, escalones, rocas, túneles y en el que disfrutamos de unas vistas maravillosas descubriendo varias de las calas más interesantes de la Costa Brava, pero en nuestro caso al ser un día muy caluroso e ir con los niños llegamos hasta mitad de camino ya que para ellos ya era suficiente.
El itinerario desde Platja d’Aro hasta Sant Antoni de Calonge es simplemente una pasada ya que guarda rincones extraordinarios como por ejemplo por orden cronológico Cala Rovira, Cala Sa Cova, la Cala del Pi, Platja Belladona o Platja de Cap Roig
Para iniciar el recorrido aparcamos gratuitamente muy cerca de la Vila romana de Pla de Palol, y desde aquí directamente bajamos a Platja Rovira una de las más grandes de Platja d´Aro, lugar donde empieza el Camí de Ronda donde nos encontramos con calas y playas muy bonitas en un camino muy cuidado con bastantes escaleras.
El sendero comienza por diferentes túneles con escaleras siempre con el Mar Mediterráneo de frente y fueron la rocosa Cala Sa Cova i la pequeña Cala del Pi con aguas cristalinas, las primeras calas que nos encontramos en nuestro bonito camino.
El recorrido continúa hasta llegar a Platja Belladona, Esta bonita cala está rodeada por una exuberante vegetación de pinos que le dota de un valor paisajístico muy destacado y está formada por arena de grano grueso y por alguna que otra roca de mayor tamaño sobre la misma arena, donde los niños quisieron rápidamente subirse.
A continuación, muy cerca está Platja Cap Roig, una cala muy singular porque que se identifica rápidamente por el enorme islote de un color rojizo sobre los que crecen diversos pinos, creando una minúscula playita con forma de herradura que forman este islote y la línea de la costa.
Fue en este lugar tan especial, donde paramos nuestra excursión porque preferimos acabarlo con un día de playa mientras todos los niños disfrutaban jugando en la arena o mojándose los pies en este paraje natural tan especial de la Costa Brava, volviendo tras nuestros pies todo el recorrido.
Familia Tokers.
){kind=link}
0 Comentarios