GIRONA (2021)


El tercer día de escapada por la Costa Brava, decidimos abandonar la propia Costa Brava para hacer un hueco a una de las ciudades que nos tiene el corazón robado, la preciosa Girona, con la excusa de que nuestros compañeros de viaje no la conocían, volvimos de nuevo a disfrutar de su belleza.

El trayecto desde Platja d Aro a Girona es de aproximadamente de cuarenta minutos, y como Girona ya nos lo conocíamos bastante bien, fuimos de nuevo al parking gratuito que te deja justo a dos pasos del centro histórico.


Cruzamos por primera vez el Río Onyar por el Pont de Sant Feliu viendo de nuevo las casas colgadas sobre el agua para hacernos la primera bella imagen de Girona bien temprano por la mañana, encontrándonos de cara con la escalinata de la Basílica de Sant Feliu.


Comenzamos la excursión por el centro histórico de Girona, con una visita para nosotros novedad a los Baños Árabes. Singular construcción románica inspirada en los baños romanos y cuyos elementos más admirables son la estancia de la entrada, destinada a vestuario y sala de descanso y cubierta con una bóveda anular, y la cúpula que, asentada sobre finas columnas corona la piscina central. Casi al finalizar la visita de los Baños Árabes, se hace un recorrido exterior de los mismos con vistas al Passeig Arqueològic.

De allí directamente en dos calles nos plantamos en la Plaça de la Catedral de Girona en donde decidimos hacer una breve parada para tomar un cafecito a los pies de la majestuosa Catedral de Girona con su nave gótica anchísima y con sus imponentes escaleras, que se ha hecho muy famosa por la serie Juego de Tronos.


Posteriormente, subimos todas las escaleras y visitamos el interior de la Catedral de Girona saliendo por un lateral en la Plaça dels Apóstols, y proseguimos por la parte posterior de la Catedral de Girona en busca del inicio del recorrido de las murallas que empiezan en los Jardins de la Francesa. Tuvimos la mala suerte que el recorrido por las murallas estaba completamente cerrado, así que únicamente pudimos acceder a un mirador del recorrido amurallado subiendo desde una escalera de caracol.

Lo que realmente nos encanta es callejearla porque tiene multitud de rincones preciosos, y como no pudimos realizar el recorrido por el interior de las murallas, empezamos a descubir diferentes callejuelas del casco histórico de Girona, llegando hasta els Jardins dels Alemanys o a uno de los lugares más emblemáticos y preciosos de la ciudad, que es la Subida de Sant Domenec donde está la Casa Agullana.

De allí, bajamos a la calle comercial de l´Argenteria porque queríamos cruzar el río de nuevo por el puente rojo de les Peixateries Velles conocido como el de Eiffel, para tener las mejores vistas de las casas coloridas sobre el Onyar, una verdadera maravilla con la Catedral de Girona presidiendo la bonita estampa.

Teníamos reserva de mesa en el restaurante River, así que seguimos la orilla del río hasta llegar de nuevo al Pont de Sant Feliu, comer tranquilamente y regresar a Platja d Aro para pasar la tarde jugando un buen partido de padel en el Camping Valldaro, habiéndonos vuelto a enamorar de esta ciudad tan bella como es Girona.

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