LA MASSANA (2015)

Para el último fin de semana de Enero le quisimos montar una escapada a la nieve al suegro ya que hacía mucho que no iba a esquiar, y escogimos como destino Andorra, y más exactamente el Hotel Marco Polo situado en La Massana.

 

Al final se apuntaron el resto de la familia, y cogimos a través de la agencia Viatges Estiber una reserva 1AD + 1 MP en el hotel por familia.

 

Nos encaminamos hacia Andorra el viernes a primera hora de la tarde, y esta vez decidimos hacerlo al revés y parar de camino en el Punt de Trobada para hacer varias compras.

Como de pronto la tarde empeoró con una intensa nevada, acortamos nuestras compras, para ir directamente hacia La Massana y evitar posibles cortes de carretera que no nos habrían dejado llegar a nuestro alojamiento.

 

Llegados al hotel, aparcamos en el parking del Telecabina de Vallnord, y fuimos a hacer el check in en el Marco Polo. El hotel es de montaña pero nos dio muy buena impresión, con una buena calidad-precio, y unas habitaciones bastante amplias.

 

 

Cenamos unas pizzas en un local cercano mientras la nevada se intensificaba y rápidos a descansar para estar repletos de fuerzas para el día siguiente

 

La mañana del sábado despertó de nuevo con nevada y con una intensa niebla pero que fue desapareciendo de forma paulatina.

 

 

Así que de buena mañana nos dirigimos hacia el Telecabina de Vallnord para ir a las pistas de Pal. Todo un acierto ya que con las condiciones del tiempo, el telecabina nos permitía subir sin problemas de circulación.

 

 

Llegados a las pistas y reservado el material de nieve, nos dividimos en dos grupos: El grupo de los que íbamos a esquiar y el grupo de la pista de los trineos con los pequeños. Cada uno a su forma disfrutó al máximo de la jornada en Vallnord.

Habíamos escogido las pistas de Pal porque tenía una pista de trineos donde los peques se lo pasaron en grande.

 

 

Comimos allí, y volvimos a aprovechar a pegar la última bajada antes de que cerraran las pistas.

 

 

Ya de nuevo en la Massana, disfrutamos muchísimo en un parque infantil completamente nevado.

 

Cenamos muy correctamente en el hotel ya que nos entraba con la reserva.

 

A la mañana siguiente hicimos un plan diferente al resto, ya que mientras ellos se fueron al Punt de Trobada nosotros volvimos a coger el huevo subiendo de nuevo a pistas y disfrutar de un segundo día consecutivo.

¿Por qué lo hicimos? Pues porque nos hacía ilusión que Arnau tuviera su primera toma de contacto con el esquí, y además el pequeño nos lo pidió.

 

Una vez arriba tuvimos muy mala suerte ya que se levantó un temporal de nieve y viento espectacular , pero como no hay mal que por bien no venga. hizo que estuviéramos refugiados en una sala preciosa con una chimenea central y disfrutando de ver caer la nieve por las ventanas.

 

 

Hubo un momento incluso que dudamos de si podríamos bajar a coger el coche, pero esta anécdota nos ofreció la oportunidad de poder disfrutar de un día diferente y de relax en la nieve.

 

Al final pudimos bajar después de comer allí carne a la brasa, viendo la magnitud de la nevada en La Massana, cosa que nos obligó a poner las cadenas para reemprender el camino de vuelta a casa.