FUNCHAL: MADEIRA (2011)


Despues de la no posible parada en Gibraltar por mal tiempo, Funchal se convertía en la primera excursión del crucero, y la capital de Madeira no nos decepcionó, todo un descubrimiento.

Teleférico de Funchal
Nuestra primera idea en tierras portuguesas era coger el funicular que nos llevaria a lo más alto de la ciudad, y como salimos casi los primeros del barco no tuvimos que hacer ningun tipo de cola.
La subida en funicular ya que la ciudad està situada en un acantilado, con la terminal de cruceros siempre como referencia, fuimos viendo la uniformidad de todas las casas, todas blancas y con tejado marrón. Tambien podíamos ver como los coches circulaban por carreteras imposibles.

Una vez arriba además de las impresionantes vistas panorámicas de la ciudad de Funchal, te encuentras el Jardín Botánico y sobre todo la Iglesia do Monte. Se accedía a través de una escalinata y la podriamos considerar especial, diferente a una Iglesia de las tipicas y con la ventaja de una localización envidiable.

Iglesia do Monte

Allí justo se encuentran los conocidos carretilleros que te bajan en cestas por las rampas muy empinadas. Es algo muy típico y curioso. Veías a todo tipo de turistas disfrutando de la experiencia.

Nosotros simplemente nos hicimos la foto con los carretilleros y volvimos en funicular ya que con Sara en estado no nos la podíamos jugar, però aprovechamos para disfrutar del Jardín Botánico


Jardín Botánico

Mercado de los Labradores
Al bajar ya era media mañana, y entonces sí que había colas interminables para subir. Por tanto, habíamos acertado en los tiempos marcados en nuestra pròpia excursión.
Fuimos directos a nuestra segunda parada obligada, el Mercado de Labradores. Es un mercado típico con un patio central al aire libre repleto de puestos de frutas y flores, todo producto local y colocado con un encanto especial.  Cercano a allí habia una especie de lonja de pescadores.

A partir de aquí caminar y disfrutar de la bonita ciudad. Por ejemplo en el centro nos encontramos con la Catedral da Sé, justo en las calles peatonales.

Se nos acababa el tiempo y volvimos dirección Paseo Marítimo con los jardines Almirante Reis. Desde allí pudimos hacer fotos de los acantilados de Funchal, y vimos unos curiosos bares/restaurantes donde las mesas eran pequeños barquitos que nos hizo mucha gracia.



En definitiva la capital de Madeira nos dejó muy contentos, y en otra ocasión esperamos poder hacer una estancia más larga y recorrer completamente la isla

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