LISBOA (2013)



La última excursión del crucero tocaba Portugal y su capital Lisboa como destino, una de las principales paradas del viaje.
Después de mirar mucha información sobre Lisboa, marcamos un planning para intentar aprovechar al máximo el tiempo en la ciudad portuguesa

El barco atracaba en la Terminal de Santa Apolonia, con parada de metro justo delante. Compramos la tarjeta 7 Colinas que te permite subir por 6 euros en Carris (metro, autobús, elevadores y tranvías) durante 24 horas.

En 5 minutos ya estabamos en Praça do Comercio, puerta de entrada a Lisboa. Planeamos ir primero a la zona más alejada por la mañana y ya por la tarde hacer el centro histórico. 
Por ello, cogimos el moderno tranvia 15 que nos llevaba en un trayecto de 40 minutos al Barrio de Belem.
 
Mapa de Lisboa, Portugal a Torre de Belém, Av. Brasília, 1400-038 Lisboa, Portugal

Comenzamos nuestra visita por Belem. Ante nosotros se alzaba la famosa Torre de Belem, situada dentro del río Tajo. Simplemente encantadora y un auténtico símbolo de la capital portuguesa. Habíamos ido tan rápido que aún no habían abierto puertas pero ya existían colas para comprar la entrada

De allí en autobús en 5 minutos dirección el Monasterio de los Jerónimos, que tampoco nos daba tiempo a entrar. Pudimos disfrutarlo por fuera y con un entorno ajardinado magnifico con el Monumento a los Descubridores muy cercano al Monasterio
Mientras esperábamos el tranvia 15, pudimos ver la famosa pastelería de los Pasteles de Belem, donde no paraba de entrar y salir gente.
No entramos ya que mi mujer no puede comerlos

Ya estábamos de vuelta en Praça do Comercio y decidimos ir a comer temprano al barco para aprovechar más la tarde.

Por la tarde, después de caminar por la zona peatonal nuestro primer objetivo era ir a la primera parada del famoso Tranvía 28. Sorpresa, mucha gente había pensado lo mismo y tuvimos que esperar tres tranvías hasta poder subir. Decidimos hacer la mitad del trayecto pasando por el Barrio de Alfama, el Castillo de San Jorge o la Catedral de Lisboa.
Es aquí donde se ve la Lisboa Antigua, sus calles estrechas y empinadas y donde se pueden hacer fotos muy especiales.

Nos paramos justo en el centro y caminando dos calles nos encontramos con el Elevador de Santa Justa, creado por un discípulo de Eiffel, el cual te lleva al Barrio Alto de la Ciudad.

Seguimos caminando hasta Rossio donde paramos en una terraza donde nos tomamos tranquilamente unos zumos naturales, y de allí a Restauradores para ver como el Elevador de Gloria emprendía su marcha.

La verdad que Lisboa es una ciudad que no se puede hacer en un dia y seguro que volveremos para disfrutarla con más tranquilidad.

Como último detalle, fue maravilloso la salida del barco, que nos recordó mucho a la de Venecia del año pasado, ya que se tienen unas vistas de todos los monumentos visitados, y fue una salida muy especial.

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