Venecia era el punto de partida del crucero, y por ello llegamos por la tarde
noche al aeropuerto, y sumando tiempo entre los traslados y el check in ya se
habia hecho muy tarde para visitar la ciudad, y decidimos ir a dormir ya que el
barco hacía noche allí, y así madrugar bastante para poder disfrutar de
Venecia a la mañana siguiente.
El camino por el Gran Canal de venecia impresionante, a un lado y a otro
se levantaban edificios a cual más precioso. Pasamos por debajo del Puente de
Rialto y llegamos a San Marcos.
Como era muy temprano la Plaza de San Marcos estaba casi vacía, y de esta forma pudimos disfrutar de ella aún mas. La plaza más famosa de Venecia, tiene junto a si la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal y el típico Campanile de Venecia.
Como vimos poca cola decidimos visitar el Campanario para así disfrutar de las magníficas vistas de la ciudad y de las islas de alrededor.
Volvimos a bajar a la Plaza de San Marcos, nos hicimos con un mapa
turístico y por la linea costera llegamos al Puente de los Suspiros, y
comenzamos a caminar para disfrutar más de la ciudad por todos los puentes que
cruzaban los canales a cada cual más bonito, repleto ya de góndolas con turistas.
Entre las muchas cosas que vimos en la mágica ciudad de los canales, a
destacar la Iglesia de San Giovanni y Paolo, destacar tambien la vida de la
ciudad y de allí llegamos al Puente de Rialto, repleta de tiendas de souvenirs. Desde lo alto del Puente se puede disfrutar de una vista de postal del Gran Canal
Justo al lado decidimos hacer la gracia y cruzar el Gran Canal en una
góndola que sirve para cruzar de lado a lado del canal por un precio simbólico
llamado Tronchetto.
Para acabar de disfrutar aún más la ciudad en vez de volver al barco en Vaporetto decidimos volver a pie, para así poder descubrir el corazón de la ciudad y perdernos en la verdadera Venecia, llegando al Barrio Judío y volviendo posteriormente al barco.
Había sido un día intenso pero maravilloso. Venecia nos dejó un grandísimo sabor de boca y un inicio de crucero espectacular.
Sin duda
volveremos para disfrutar de nuevo de la ciudad tanto de día como de noche, y
de las lugares que dejamos pendientes como la Isla de Murano, Burano, el Lido y
tantos otros lugares preciosos
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