ROMA (2006)


La tercera excursión del crucero era a la capital de Italia, Roma, pero la parada del NCL Jewel lo hacia en el puerto de Civitavecchia a dos horas de trayecto de la ciudad eterna.

Otra excursión organizada en autobús con guía esperándonos en el ansiado destino, donde llegamos después del largo trayecto.
Como visitar Roma en un solo día es algo imposible por la multitud de cosas que hay para ver, disfrutar y visitar, nos preparon un recorrido bastante completo para que pudiéramos hacernos una imagen fiel de la mítica ciudad, que en nuestro caso visitábamos por "segunda" vez después de la excursión de final de curso del año 1999.

Comenzamos con un recorrido panorámico por Roma, viendo el grandioso Monumento a Vittorio Emanuele, primer rey de la Italia unificada, un enorme edificio en mármol blanco con una figura con un caballo muy grande en el centro. Lo vimos parados desde la Piazza Venezia, una de las plazas más concurridas de la ciudad eterna y desde donde salen parte de las principales vías de la ciudad.
Seguimos el recorrido panorámico en autobús viendo lo que antaño fue el Circo Máximo de Roma, que ahora mismo era un gran solar con una gran esplanada.

COLISEO

Nuestra primera parada en tierra firme fue directamente en el monumento más emblemático de Roma, y a la vez nombrado una de las Maravillas del Mundo, el impresionante Coliseo de Roma.
Antes de bajar del autobús la guía nos entregó unos auriculares dondepodríamos ir escuchando sus explicaciones aunque nos alejaramos, y solo bajar nos encontramos con esta maravilla de la naturaleza ante nosotros. Como la excursión era de un día y no teníamos tiempo material de visitar su interior, dimos una vuelta por sus exteriores, por el precioso Arco de Constantino situado al lado, y viendo en la lejanía el Foro Romano.

Mirando el Coliseo solo hay que cerrar los ojos, e imaginar en el pasado los espectáculos de luchas de gladiadores con las gradas repletas de gente.



CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD.

Abandonamos el Coliseo en dirección al centro de la ciudad, para realizar un paseo por sus principales calles y vivir la auténtica Roma.
Comenzamos por la famosa y preciosa Fontana di Trevi, con su pequeña plaza llena de turistas, donde no nos pudimos estar y tiramos la moneda de espaldas para pedir volver en un futuro no muy lejano. Es una fuente realmente preciosa con sus figuras en mármol blanco.


Seguimos dirección a la Piazza de la Rotonda con su obelico en el centro de la misma, donde se encuentra el magnífico Panteón de Agripa, uno de los lugares más frecuentados de la ciudad. Con un edificio con una entrada con columnas al estilo griego, el Panteón destaca por su cúpula gigantesca, su curioso ojo superior donde entra un rayo de luz, sus grandes dimensiones y la armonia de todo el edificio.
Descubrimos el centro de Roma, con el ambiente de sus calles hasta llegar a Piazza Navona situada en una zona majestuosa, con su Fuente de Neptuno en la parte central y rodeada de bonitos edificios


Aqui nos dieron tiempo libre, y aprovechamos para ir a un típico restaurante italiano situado detrás justo de la Piazza Navona, donde en una terraza pudimos disfrutar de platos de pizza y pasta espectaculares.

CIUDAD DEL VATICANO

Ya por la tarde la visita siguiente era a la ciudad del Vaticano, a la que nos dirigimos después de cruzar el río Tiber y aparcar el autobús un poco alejado.
En varios minutos nos encontramos con la imponente Plaza de San Pedro, con la Basílica de San Pedro al fondo, que tanta veces habíamos visto en televisión, pero que es necesario visitarla para comprender su magnitud. Es una esplanada elíptica amplia, con una fuente y un obelisco central, y rodeada de columnas, donde se encuentra el templo más significativo del cristianismo con la entrada al Vaticano.


Hicimos cola de grupo para poder entrar y así evitar las largas colas, y vimos mientras a la Guardia Suiza, la protección del Papa, con una vestimenta un tanto curiosa.

Ya en el interior pudimos disfrutar de la Basílica, y de las diferentes tumbas de los Papas, y teníamos la sensación de estar en uno de los lugares sagrados más importantes del mundo.

Acabada la visita, regresamos al autbús para realizar el largo camino de vuelta hacia Civitavecchia con la sensación y las ganas de volver a la ciudad eterna con más tiempo, y descubrir de esta forma sus miles de rincones maravillosos

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