BEGUR (2020)


De vuelta a casa, no queríamos desaprovechar la opción de pasar por una calas más bonitas y conocidas de la Costa Brava, la Platja de Sa Tuna de perfil rocoso, aguas cristalinas de color turquesa y rodeada de pinares a orillas del Mediterráneo. que se encuentra a unos tres kilómetros del núcleo de la población de Begur.

El traslado desde Peratallada es un camino breve de quince minutos en una carretera sinuossa que nos llevó driectamente a Sa Tuna, lugar donde pudimos aparcar casi en la misma orilla al ser el mes de Octubre y por tanto estaba concurrida aunque fuera un día festivo.


Sa Tuna es una de las calas más conocidas y de mayor prestigio del litoral de Begur, ya que mantiene un pintoresco aire de pueblo pescador. Pequeña y recogida por la Punta d’Es Plom, tiene unas aguas limpias y transparentes que la convierten en una de las playas más visitadas de la zona.

La primera sorpresa que nos llevamos es que la playa y la entrada al mar son de piedras, con un lateral izquierdo repleto de casas de colores y un lateral derecho lleno de rocas, una gran estampa de una de las grandes calas de la Costa Brava.


Mientras los niños jugaban en la orilla con las piedras y con el agua pero sin entrar en ella, nos decidimos a adentrarnos por el litoral de las casas pintorescas para ver la panorámica de Sa Tuna desde un mirador donde este espacio natural forma un precioso conjunto con las casas blancas con portalones de colores, y desde allí las aguas también seguían siendo de color turquesa.


Aunque fue una breve excursión de tarde por Begur,  nos entraron muchas ganas de volver en el periodo estival para disfrutar de Sa Tuna y de todas las calas de los alrededores en todo su esplendor veraniego.

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